Me acerco a mi madre y me siento al lado.
- Mamá, puedo
explicártelo.
- Más te vale.
- Verás, fui a casa
de Kate y se nos hizo tarde así que ella me invitó a quedarme allí.
- ¿Y no podías
llamar?
- Lo siento lo
olvidé.
- Está bien, pero
que no vuelva a pasar.
- Gracias mamá. Ah,
esta tarde voy a salir.
- ¿Con Kate?
- No, con un chico
del instituto.
- ¿Un chico?
¿Tienes algo con él?
- No, bueno no
quiero mentirte, si. Estoy saliendo con él.
Mi madre me asusta con esa mirada pero tenía que decírselo.
- Me parece muy
bien Jennifer, espero que sea un buen chico.
Uff pensaba que se iba a enfadar.
- Si mamá, te
aseguro que lo es.
Subo a mi cuarto y llamo a Kate.
- Hola Jenn.
- Hola, ¿me puedes
hacer un favor?
- Si, claro.
- Si te preguntan,
yo estuve anoche en tu casa, ¿vale?
- Vale, pero, ¿dónde
estuviste?
- Con Josh, en la
playa.
- ¿En serio? Y…
- Y… estamos
saliendo.
- Lo sabía, sabía
que acabaríais juntos. Me alegro Jenn.
- Gracias, nos
vemos mañana en el instituto.
- Vale, adiós.
Decido darme una ducha y contarle la noticia a Christina.
Enciendo el ordenador y escribo:
“Hola Chris. Tengo una
buena noticia! Estoy saliendo con Josh, ayer pasamos la noche en la playa, y
fue maravilloso. Es perfecto. ¿Qué tal estáis por ahí? Os echo de menos chicos”.
Os quiero xx
No escribo mucho porque solo quería contarle eso. Llega la
hora de comer y bajo al salón, la mesa ya estaba puesta. Comemos macarrones y de postre sandía.
Al terminar subo otra vez a mi habitación y me pongo a
escuchar música un rato.
Cuando se acerca la hora me visto, me pongo unos vaqueros y
una camiseta azul.
Josh es muy puntual, llega a las 18:00 justas. Abro la
puerta y me da un beso.
- Hola, princesa.
- Hola Josh, ¿a dónde
vamos?
- Pues ¿te parece
que te enseñe un poco la ciudad?
- Claro.
Nos montamos en la moto. Me encanta ir con él aquí, mi miedo
a las motos se va en cuanto me agarro a él.
Llegamos a un parque y nos bajamos.
- El resto del camino a pie – me dice ayudándome
a bajar.
- Está bien.
Me coge de la mano y vamos andando. Me va enseñando cada
rincón de la ciudad.
La ciudad es muy bonita.
- ¿Quieres ir a
cenar?
- Claro, ¿dónde?
- Conozco un
restaurante que está muy bien y está cerca.
- Vale, confío en
que tengas buen gusto.
- Claro que le
tengo, al fin y al cabo me gustas tu ¿no?
- Si.
Llegamos al restaurante, tiene buena pinta. Nos sentamos y
pedimos la cena.
- Todavía sigo sin
explicarme que viste en mi – le digo.
- Eso es fácil,
eres hermosa.
- Eres un exagerado
– sonrío.
- Te quiero – me dice.
- Yo también te
quiero.
Cuando acabamos, Josh me lleva en moto hasta mi casa.
- ¿Quieres que te
lleve mañana al instituto? – me pregunta.
- Me encantaría.
- Entonces te
recojo mañana, preciosa.
Me encanta que me llame “Princesa” o “Preciosa”, es mi
debilidad. Me despido con un beso y entro en casa. Voy a dormir y no puedo
parar de sonreír.
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